Inteligencia corporativa: Más allá de Power BI

Índice

  1. Orígenes del ciclo de inteligencia
  2. Aplicación del ciclo de inteligencia
  3. El lado oscuro de la inteligencia corporativa
  4. Conclusiones

Si eres analista de datos seguramente habrás escuchado el término “Business Intelligence” o “inteligencia corporativa”, incluso habrás usado algún software especializado como Power BI, Tableau, Qlik… Pero seguramente no te hayas parado a pensar de dónde viene ese término y quizás no conozcas su alcance. En este artículo vamos a hablar sobre el concepto de Inteligencia, el ciclo de Inteligencia y cómo se aplica al ámbito empresarial. 

1. Orígenes del ciclo de inteligencia

El ciclo de inteligencia, como tantos otros avances, tiene su origen en la guerra. La formación de departamentos profesionales de inteligencia militar se produjo a lo largo de los siglos XVIII y XIX atendiendo a la necesidad de un proceso de análisis estructurado que dirigiera la toma de decisiones en zonas de conflicto armado.

En el caso de España concretamente, fue en el siglo de las Luces cuando el ejército empezó a conformar redes de espionaje encargadas de recabar todos los datos posibles del adversario, procesarlos y transformarlos en información útil para obtener ventaja operativa. Para lograr este objetivo, este proceso de análisis se estructuró en fases replicables que conformaron el denominado ciclo de inteligencia:

  • Planificación: Determinación de las necesidades de información y establecimiento de prioridades.
  • Recopilación: Recolección de datos relevantes a través de diversas fuentes.
  • Procesamiento: Conversión de los datos recopilados en un formato utilizable.
  • Análisis y Producción: Evaluación e interpretación de la información procesada para generar productos de inteligencia.
  • Distribución: Distribución de los productos de inteligencia a los tomadores de decisiones pertinentes.
  • Retroalimentación: Evaluación de la utilidad de la inteligencia proporcionada y ajuste del ciclo según sea necesario.

Si lees con detenimiento, te darás cuenta de que estas fases son básicamente las que comprenden las de tu proyecto de análisis de datos, en las que tenemos fuentes de datos, las almacenamos en un warehouse (fase de almacenamiento), se procesan (fase de procesamiento) y se construye un informe (fase de distribución) sobre el que después el cliente nos puede volver a dar unos requerimientos (fase de retroalimentación) en los que nos solicita mayor granularidad, capacidad de estudiar otro tipo de casuísticas.

2. Aplicación del ciclo de inteligencia al ámbito corporativo

La inteligencia corporativa adapta el ciclo de inteligencia militar al contexto empresarial para apoyar la toma de decisiones estratégicas. Este proceso permite a las organizaciones recopilar, procesar y analizar datos internos y externos, transformándolos en información valiosa.

Esta diferencia entre información y datos es clave: los datos son hechos o cifras brutas sin interpretar, que carecen de significado por sí mismas. La información, por otro lado, es el resultado del ciclo de inteligencia.

Para que te hagas una idea, el número de ventas de un mes no significa nada, no obstante, saber que las ventas han descendido en un 10% entre un mes y otro o entre un año y otro,  puede traer consigo una serie de estrategias a nivel comercial con el objetivo de recuperar esas ventas. Para tomar este tipo de decisiones, las empresas adaptan el proceso de inteligencia militar a su entorno, dando como resultado la inteligencia corporativa de este modo las organizaciones recopilan, procesan y analizan datos internos y externos, transformándolos en información valiosa. Por ello, las fases del ciclo de inteligencia corporativa idénticas a las de la inteligencia militar, con diferencias en los orígenes de datos, los objetivos o las casuísticas a analizar:

  1. Planificación y Dirección: Identificación de las necesidades de información basadas en los objetivos estratégicos de la empresa.
  2. Recolección de Datos: Obtención de datos relevantes de fuentes internas (como sistemas ERP y CRM) y externas (mercado, competidores, tendencias económicas).
  3. Almacenamiento: ¿Alguien dijo WareHouse?
  4. Procesamiento de Datos: Normalización de los datos obtenidos para su análisis; organizarlos para hacerlos accesibles y utilizables.
  5. Análisis: Interpretación de los datos para identificar patrones, tendencias y oportunidades.
  6. Difusión: Presentación de los hallazgos a los responsables de la toma de decisiones en formatos claros y accionables.
  7. Retroalimentación: Evaluación de la efectividad de la inteligencia proporcionada y ajuste continuo del proceso.

La implementación efectiva de la inteligencia corporativa permite a las empresas identificar multitud de patrones que sin haber establecido este proceso, sería imposible: cambios en el mercado, identificar oportunidades de crecimiento, optimizar operaciones y mantener una ventaja competitiva. Por ejemplo, mediante el análisis de datos de ventas y comportamiento del cliente, una empresa puede ajustar su estrategia de marketing para mejorar la retención y satisfacción del cliente.

3. El lado oscuro de la inteligencia corporativa

Todo esto queda muy bien para un examen o para una exposición formal en tu oficina, pero la inteligencia corporativa tiene un lado turbio. Y es que si la información veraz es poderosa lo es más (tristemente) la información manipulada o directamente, la falsa. 

Entre ciertas cúpulas empresariales el juego del engaño es más común de lo que crees y  frecuentemente se dan casos en los que profesionales del sector (espías corporativos) distribuyen información falsa, manipulada o descontextualizada con la intención de que un competidor de un paso en falso que implique daño económico o de cualquier otra clase. Pueden incluso atacar la reputación de una empresa utilizando hechos o datos de libre circulación. Hablo de las Operaciones de decepción y los ataques de reputación

Las operaciones de decepción

Las operaciones de decepción, originarias del ámbito militar (¡sorpresa!), buscan engañar al adversario mediante la manipulación de información, induciéndolo a tomar decisiones que le sean perjudiciales. En el contexto corporativo, estas prácticas pueden traducirse en estrategias destinadas a confundir a la competencia o influir en sus decisiones de manera ventajosa para la propia empresa.

Un caso real de una operación de decepción es el de Enron, una compañía energética estadounidense que, a finales de la década de 1990 y principios de los 2000, llevó a cabo prácticas contables fraudulentas para ocultar su verdadera situación financiera. La empresa utilizó una técnica conocida como «contabilidad creativa» para inflar artificialmente sus ingresos y ocultar deudas, engañando así a inversores, empleados y al público en general sobre su salud financiera. Esta manipulación de la información permitió a Enron mantener una imagen de éxito y solvencia, mientras que, en realidad, estaba al borde de la bancarrota. Cuando la verdad salió a la luz en 2001, la empresa se declaró en quiebra, lo que llevó a pérdidas financieras masivas para los inversores y empleados, y a una crisis de confianza en los mercados financieros

El ataque reputacional

Aunque un ataque reputacional puede formar parte de una operación de decepción, puede ser utilizado de manera independiente, con el objetivo de dañar la reputación de un competidor. Ese tipo de ataques es bastante habitual en sectores donde los controles de calidad son muy rigurosos y la experimentación es constante, como pueden ser la industria alimentaria y farmacéutica. En ellos, fácilmente se podrían descontextualizar datos de estudios o nuevos medicamentos con la intención de minar la confianza de las empresas. 

Precisamente en el sector alimentario hubo un caso protagonizado por la corporación Nestlé en 2010:

La empresa fue objeto de críticas intensas en las redes sociales debido al uso de aceite de palma en sus productos, lo que generó preocupaciones ambientales y de sostenibilidad. La situación se agravó cuando Nestlé intentó gestionar las críticas eliminando comentarios negativos y publicando mensajes que aconsejaban no utilizar versiones alteradas de su logotipo como imágenes de perfil, bajo la amenaza de eliminación de comentarios. Estas acciones fueron percibidas como censura y falta de transparencia, lo que intensificó la reacción negativa del público y resultó en un daño significativo a la reputación de la empresa.

4. Conclusiones

La inteligencia corporativa va más allá de un software de análisis de datos o de un informe. Un analista está contribuyendo a la toma de decisiones de una empresa, utilizando un poderoso recurso: La información. Recuerda que la información es poder y un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

Fuentes
Daniel Alcaraz
Daniel Alcaraz
Soy analista de datos especializado en inteligencia corporativa. Desde hace ya varios años me dedico a organizar los datos de las empresas para ayudarles en los procesos de toma de decisiones.

Otros artículos que te pueden interesar

Java 23, claves y datos necesarios de la última versión de java

Java 23: ¿dónde estamos y cómo hemos llegado hasta aquí?

0
Java 23 ya está disponible desde el 17 de septiembre de 2024. Como siempre que se lanza una nueva versión, es útil conocer las novedades que incluye nuestro lenguaje favorito.

El día en el que comencé a desarrollar todas mis webs con Python

0
En diciembre de 2022 apareció un nuevo framework llamado Pynecone, en su versión 0.1.8 Alpha. Cero ruido. Ya en julio de 2023, con su cambio de nombre a Reflex, y el lanzamiento de su versión 0.2.0, descubrí por primera vez este framework. Y la comunidad comenzó a hablar de él.

Tests de integración con Spring Boot y Testcontainers

0
En el desarrollo de aplicaciones Spring Boot es fundamental asegurar que todo funcione correctamente. Los tests unitarios son esenciales para validar el comportamiento de componentes de manera aislada.